Se llama saldo de
una cuenta a la diferencia entre los débitos y créditos. Cuando los débitos
sean mayores que los créditos será saldo deudor, sin embargo cuando los
créditos sean mayores que los débitos será saldo acreedor. Cuando los débitos
sean iguales a los créditos, se entenderá que la cuenta está saldada,
balanceada o sin saldo.
ELABORACIÓN DEL BALANCE DE CUENTA
Cuando se han realizado todas las
anotaciones contables en el libro diario se calcula el saldo de cada una de las
cuentas y se elabora un estado transitorio denominado balance de comprobación o
de saldos, que es un listado de todas las cuentas abiertas con su saldo. La
suma de los saldos acreedores debe ser igual a la suma de los saldos deudores,
debido al sistema mencionado de partida doble.
Partiendo del balance de sumas y saldos
se realiza el denominado asiento de regularización en el que se regularizan todas
las cuentas de ingresos y gastos y aparece la cuenta de pérdidas y ganancias.
El balance de situación se obtiene así después de regularizar el balance de
comprobación.
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